La
salud bucal, la dieta y el estado nutricional están estrechamente relacionados.
La nutrición es un factor vital en el crecimiento, desarrollo y mantenimiento
de las estructuras orales y tejidos. Está totalmente comprobado que durante el
crecimiento las deficiencias en la nutrición tienen un efecto irreversible en
el desarrollo estructural corporal y por ende en la formación y desarrollo de
los tejidos orales y bucales. Más específicamente , aún antes de que salgan los
dientes, la nutrición puede influir en la maduración y composición química del
esmalte dental, así como en el tamaño y forma de los dientes. La desnutrición
en la infancia incrementa la susceptibilidad
del niño a la caries dental en los dientes temporales. Durante toda la
vida, las deficiencias nutricionales afectan la resistencia del huésped, su
salud, función e integridad de los tejidos orales, esto es, lo hace más
propenso a padecer enfermedades bucales y a retardar los procesos de curación y cicatrización.
Después
de la erupción (salida) de los dientes, los efectos de la alimentación son más
tópicos que sistémicos; ya que los patrones de alimentación pueden favorecer el
aumento de la caries dental. Es conocido ya el papel que los carbohidratos
(azúcares) fermentables tienen en la formación de la placa dentobacteriana,
principal causal de caries. Otros factores como la frecuencia de alimentación
(comer entre comidas), retención de restos alimenticios (azúcares,
carbohidratos, almidones), también influyen en la progresión de las lesiones
cariosas, en tanto que los alimentos ricos en calcio y fosfato, como el queso,
favorecen la remineralización del esmalte.
El dentista de hoy no sólo debe educar a
sus pacientes en cuanto a prevención de la caries y enfermedad periodontal,
sino que, como asevera Harris(pfr.2005:307)al igual que realiza la historia
clínica y otros datos relacionados con las condiciones médicas de la persona,
una valoración adecuada de la dieta puede ayudar a detectar e identificar
problemas o alteraciones nutricionales que pueden afectar o ser afectados por
el tratamiento dental y a los cuales se les puede proporcionar asesoría
dietética relacionada con la salud oral o referir al profesional de la
nutrición para el tratamiento de otras condiciones relacionadas con la
nutrición.
Algunos otros puntos de interés que el
dentista debe hacer del conocimiento de sus pacientes están: la modificación de
los hábitos alimenticios para no comer entre comidas, disminuir la ingestión de
carbohidratos fermentables (azúcares, almidones), forma física de los
carbohidratos (líquida a sólida), la adhesividad de los alimentos en la
superficie de los dientes, es decir, preferir los alimentos que no se
“pegosteen” a los dientes, como las
galletas, las papas fritas, los chiclosos y en sí todos los alimentos de
consistencia suave y pegajosa; prefiriendo en su lugar alimentos duros y
fibrosos como las frutas y los vegetales.
Autor: C.D. Eleodoro Díaz Hernández.
Autor: C.D. Eleodoro Díaz Hernández.
es muy importante saber el tipo de alimentacion para cuidar nuestra dentadura :)
ResponderEliminarUn artículo muy enriquecedor y totalmente aconsejable su lectura, imprescindible para mantener una buena salud oral y conocer sus mecanismos.
ResponderEliminarUn saludo cordial.
me gusta todo este tipo de información que este relacionada con la salud muy buen contenido
ResponderEliminarhttp://lasdietasbalanceadas.esy.es/?p=4